Puedes disfrutar de la playa al tiempo que proteges el océano. ¿Quieres saber cómo?

Consejos de un experto para aportar tu granito de arena

Will McCallum escribió un libro sobre cómo salvar los océanos, así que puede explicarnos muy bien la manera de hacerlo. Su libro How to Give Up Plastic: a guide to changing the world one plastic bottle at a time, publicado en el 2018, se ha convertido en un texto clave para aquellos que quieren contribuir a la preservación de los océanos. Will nos explica los peligros a los que se enfrenta el mundo y qué podemos hacer al respecto.

«El océano está expuesto a múltiples amenazas diferentes, que se le presentan todas a la vez de una manera que resulta aterradora. En estos últimos años, aproximadamente un millón de especies han pasado a estar en peligro de extinción. En el océano, la especies desaparecen a un ritmo que dobla el de tierra firme. Las causas son múltiples: desde el cambio climático hasta la contaminación por plásticos, pasando por la sobrepesca y la minería. Por desgracia, nos encontramos en un punto en el que tenemos que lidiar con todas, y tenemos que hacerlo rápidamente, porque casi la mitad de la población mundial depende del mar para obtener alimento. Y, lo que es más importante, todos dependemos de los océanos para obtener el aire que respiramos.

En este momento, la contaminación por plásticos es un problema especialmente grave. La producción de plástico ha ido creciendo hasta alcanzar un volumen increíble. Según las últimas estimaciones, cada año se producen unos 400 millones de toneladas de plásticos, que en gran parte terminan en los océanos. Ya sea en forma de redes de pesca o botellas, una gran cantidad llega a los cursos de agua para, finalmente, acabar en el mar, lo que provoca varios problemas. Uno es la afectación para la vida salvaje. Todos hemos visto imágenes de tortugas, delfines u otros animales marinos enredados en plásticos, así que sus consecuencias sobre estas especies son una realidad. Y un segundo aspecto son las infraestructuras. El plástico está destruyendo playas. Hay economías que dependen del turismo y que experimentan cada vez más dificultades debido a las enormes cantidades de plásticos que se acumulan en sus costas.

Es sumamente urgente, pues, que abordemos desde ya mismo el hecho de que la producción de plásticos se habrá cuadriplicado para el año 2050. Si así fuera, tendremos un problema enorme, porque no existe ningún sistema de residuos en el mundo que pueda asumir tal cantidad de plástico. Es absolutamente necesario que empecemos a reducir ahora el volumen de plástico que producimos. Y después tendremos que pensar en limpiar todo el que ya hay en los océanos. Si este verano vas a la playa, hay varias cosas que puedes hacer personalmente. Aquí tienes algunas sugerencias:

Escoge tu crema solar con criterio

Las sustancias químicas que suelen estar presentes en las cremas solares pueden tener efectos perjudiciales para los arrecifes de coral: provocan su blanqueamiento, dañan el sistema inmunitario de las criaturas que viven en ellos y no permiten que las algas se desarrollen adecuadamente. Las cremas solares seguras para los arrecifes no contienen estas sustancias especialmente tóxicas. Con una crema de protección solar que solo use óxido de zinc u óxido de titanio, podrás bañarte tranquilamente sabiendo que no afectas a los arrecifes de coral.

No tires las colillas

Las colillas de los cigarrillos se fabrican normalmente con plástico y son uno de los artículos de plástico de un solo uso más comunes en playas y océanos. Una vez llegan al agua, las colillas se descomponen en microplásticos, que son ingeridos fácilmente por los peces pequeños, que a su vez son la comida de peces más grandes, que quizás terminen en tu plato.

Consume pescado de manera responsable

La sobrepesca es un problema muy serio. Estamos pescando de una forma absurdamente desproporcionada. Cada año mueren hasta cien millones de tiburones en las pesquerías comerciales. Vemos cómo las poblaciones de peces disminuyen en todas partes. Y también vemos los problemas que tienen las comunidades costeras que dependen de estas poblaciones para ganarse la vida y conseguir el alimento necesario. Los mares son la principal fuente de comida para más de tres mil millones de personas.

Ante todo, pues, resulta esencial que todo aquel que pueda permitírselo reduzca su ingesta de carne y pescado. Seguir una dieta con más presencia de vegetales es un paso crucial para la salud de nuestros océanos y bosques. De todas formas, si quieres comprar pescado, puedes consultar la Good Fish Guide de la Marine Conservation Society para saber qué pescados son los mejores que puedes comer y cuáles debes evitar. Y, siempre que sea posible, compra productos de origen local.

SOS para nuestras playas

Las playas son para que todos disfrutemos de ellas. Y para ello, algunas veces tienes que echarles una mano; por ejemplo, participando en su limpieza. La Marine Conservation Society ofrece un mapa con todas las actividades de limpieza de playas que se realizan. ¡Ah! Y también puedes firmar una petición de Greenpeace».