Te presentamos al hombre salvaje de las flores

Después de trabajar con Beyoncé y Kendall Jenner, ahora Phil John Perry se encarga de dar vida a nuestra última colección.

Phil John Perry trabajaba para Rebel Rebel, una floristería de Mare Street en Hackney, cuando le surgió la posibilidad de engalanar a la cantante más famosa del mundo.

Vogue iba a realizar una sesión de fotos con Beyoncé y necesitaba un tocado floral. «Al principio no sabía que era ella», me cuenta el diseñador de 33 años de Manchester. «Cuando me enteré de quién se trataba, cambié de idea. Quería que fuese como una corona de reina totalmente novedosa, con una forma extraña que no se hubiese visto antes. Y cuando estuvo acabado, no pude evitar pensar “esto lo he ideado yo, y el resultado es justo lo que me había imaginado”. Fue increíble. Es uno de los momentos de los que me siento más orgulloso». Esto cambiaría su carrera para siempre.

Phil John Perry, hijo de un policía y una enfermera, nació en Manchester en 1988, y en los 32 años que han transcurrido desde entonces rara vez ha dejado de crear, ya sea como artista, actor o, más tarde, en su trabajo con las flores. Por lo tanto, no es de extrañar que cuando buscábamos a alguien para darle vida a nuestra colección Wild Garden, pensásemos en Perry. Aquí nos habla de su extraordinaria carrera, la belleza que le inspira y cómo la dislexia cambió su forma de contar historias.

Has tenido una carrera muy diversa. Cuéntame cómo has llegado hasta donde estás hoy.

He hecho muchísimas cosas. Con 17 años, trabajé en un sitio vendiendo árboles de Navidad. Tenían una sección de jardín y una sección de interior, y había todo tipo de composiciones y arreglos florales estrafalarios. Me sirvió de mucho. El exterior siempre me ha obsesionado y he construido infinidad de guaridas. De niño, me gustaba estar fuera, aunque soy de Hulme. Después me fui a Londres a aprender arte dramático. Hice pequeños papeles en Cucumber para la televisión, cosas así, pero siempre lo compaginaba con otro trabajo. Estudié bellas artes, por lo que siempre he creado, pintado y dibujado. En los estudios y las obras para televisión, me gustaba observar el proyecto en su conjunto, ver todos los aspectos diferentes. Siempre he querido que el mundo de fantasía se hiciese realidad. Este verano me voy a Gales. Mis padres van a comprar una casa allí para la jubilación. Voy a ir a la isla de Anglesey para convertirme en un hombre salvaje de los bosques, que es, en realidad, lo que creo que debería haber sido siempre por puro instinto.

¿Qué te motiva en tu vida diaria?

La belleza. Me gustan las cosas que se salen de lo cotidiano, cuando algo hecho por el hombre se supera y acaba siendo otra cosa extraña y enigmática. Esta mañana fui a la playa y encontré todo tipo de cosas inesperadas. Cuando baja la marea, los huecos de las rocas se quedan llenos de erizos de mar y extrañas flores y algas. Me gusta el vínculo que establecen con las rocas, es muy diferente de lo que ocurre en la tierra.

Cuéntanos cómo te planteaste la colaboración con nosotros para Wild Garden.

El primer día de la preparación tuve que conducir de Kent a Londres e ir directamente al mercado de flores de New Covent Garden para comprar lo que necesitaba para la sesión. Fue un día frenético, pero mereció la pena. A mí, lo que más me emocionó fue el aspecto sensorial de Wild Garden, y que se trataba de ropa de hombre. Me inspiré en siluetas en constante cambio. Quería que los modelos tuviesen una protección, una especie de efecto antigravitatorio que contrarrestase la presencia de las prendas. Un modelo medía más de 1,95 m y, cuando se puso el tocado, casi llegaba a los 2,75 m de altura. Me encanta la sensación de escala. Llevaba mucho tiempo trabajando en la estructura de la pieza naranja para el hombro, y aquí por fin funcionó. Elegí estas flores basándome en los colores del estampado. Comencé a darle vueltas a la idea en marzo. Quiero que la gente piense: «No había visto esto jamás. ¿Quiénes son esas criaturas?» Quería crear algo que pareciese haber nacido directamente de los modelos. Como si hubiesen estado sentados en un jardín demasiado tiempo y las flores y las plantas se hubieran apoderado de ellos.

¿Cómo abordas tus proyectos?

Depende del tipo de trabajo. Lo primero que hago es escribir algo, aunque solo sean unas frases sobre lo que creo que es el concepto. Después, consulto el catálogo de mis trabajos anteriores y me planteo qué debería hacer. Lo que más hago es dibujar. Hago bocetos con formas. Muchas veces, me paso un tiempo dándole vueltas a una idea que quiero utilizar y luego intento encajarla en un proyecto. Evidentemente, después hay que comprar las distintas flores y hacer el trabajo manual en sí.

¿De niño ya te interesaban las flores y el diseño?

De pequeño, lo que más me interesaban eran los dibujos y las historias. Quería estar al aire libre todo el tiempo y siempre tuve perro. Coleccionaba conchas interesantes. Tengo una dislexia importante y creo que, al tener que convivir con ello, tienes que buscar un modo distinto de contar tus historias.

¿Existe alguna diferencia a la hora de crear un arreglo floral para hombre o para mujer?

En la práctica, lo que influye es el pelo. Si hay más cantidad de pelo, puedo hacer arreglos más grandes porque hay más superficie donde sujetarlos. Es más sencillo con los hombres, puedes sujetar las flores a gorras o a una malla de alambre. La verdad es que prefiero trabajar con hombres porque, en lo que se refiere a los arreglos florales, las imágenes son mucho más potentes. Se puede considerar que las flores tienen un componente de género y me gusta jugar con ese límite.

¿Te gustaría que los hombres utilizasen más flores en su vestimenta?

Por supuesto. Me encantaría ver más tocados, cosas que son tradicionalmente femeninas. Me gustaría ver flores en el botón superior, en vez de una corbata o una pajarita. Mi padre es de Dublín y crecí en una familia católica irlandesa. El día de San Patricio, todos mis tíos llevaban un buen trozo de tierra con el Shamrock (trébol). Me encanta que sea una especie de ritual. Me gusta.

Sé que te gusta mucho el cine, ¿se cuelan las películas en tu mundo?

Una de mis mayores fuentes de inspiración es el cine mudo clásico. Me encanta. Veo películas de esa época todo el tiempo. Me gusta el ilusionismo que utilizan. Me gusta lo tangible, y en el cine mudo no hay imágenes creadas por ordenador. Tengo claro que es algo que quiero recrear. Ya he intentado crear piezas con una especie de paisaje del fondo marino con flores y otros elementos, y es algo que quiero seguir explorando. Mi madre es enfermera y mi padre, policía. Me inspiran los trabajos con significado, aquellos en los que te sientes orgulloso de lo que haces.

Si pudieses cambiar el mundo, ¿cómo lo harías? ¿Qué cambiarías?

Me gustaría que todos partiésemos de la misma casilla de salida. Cuesta mucho hacerse con un trozo del pastel.